27 oct 2012

Quien algo quiere, algo le cuesta

¿Qué significaría conseguir un Óscar o un Goya? Si alguien ha tenido la suerte de haber recibido alguno, ¿qué se siente al tenerlo, por fin, entre las manos? No son muchos los afortunados que son galardonados de esta forma. Sin embargo, todo el mundo obtiene, de una manera u otra, un premio a lo largo de su historia; y, aunque parezca no ser tan importante como un reconocimiento público, puede hacer que las personas se sientan los reyes del mundo, cual prócer que vigila su reino desde el trono. Un trofeo, sea cual fuere, siempre deja un buen sabor de boca: el bebé que encuentra su chupete, el padre que se emociona cuando gana un partido su equipo preferido, la alumna que recibe una matrícula de honor en la universidad…Son instantes pequeños, pero inmensamente agradables, que llevan a experimentar la sensación de ser como un ciervo que otea desde la atalaya. En definitiva, un santiamén de felicidad en el que todo lo demás no importa ni lo más mínimo.

No obstante, es bien sabido que si no hay esfuerzo no hay gratificación. ¿Dónde se ha visto que alguien ejerza de médico sin haber empollado, previamente, durante más de siete años en una facultad? ¿Y que un actor, músico o pintor triunfe sin haberse dedicado a su quehacer? Muchos son los ejemplos de personas que se han dedicado en cuerpo y alma a su tarea y han logrado maravillas. Empero, como contrapunto, también son muchas cosas las que se tienen que dejar atrás: amigos, familia, comodidades, libertad en ocasiones…No es oro todo lo que reluce. Incluso puede que las circunstancias superen los límites de la paciencia humana y el resultado sea desastroso. Como anécdota, se puede nombrar a Kurt Cobain, cantante de la banda americana llamada Nirvana, que se suicidó al poco tiempo de alcanzar la fama. Entre otras razones, este icono del grunge se quitó la vida porque no supo convivir con su galardón, la popularidad.

En conclusión, el camino hacia la gloria tiene su lado bueno y su lado malo. Por un lado, conseguir un reconocimiento al mérito es uno de los momentos más satisfactorios de la vida. Por otro lado, conlleva un sacrificio, mas no hay que darse nunca por vencido pues quien algo quiere, algo le cuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario